Usos
El glifosato es un herbicida no selectivo, introducido originalmente como sustancia activa en el producto Roundup® en la década de 1970.
El término herbicida no selectivo significa que puede eliminar casi cualquier tipo de malas hierbas (monocotiledóneas, dicotiledóneas, perennes) sobre las que se aplica. Cada vez cobra más importancia en la agricultura sostenible como herramienta importante en la gestión integrada de las malas hierbas. Las malas hierbas compiten con los cultivos por el espacio, el agua, los nutrientes y la luz solar.
Un agricultor que no aplique un herbicida de amplio espectro, como el glifosato, puede sufrir pérdidas de cosecha de hasta un 22% debido a la dificultad para controlar las malas hierbas. Además, hay innumerables ejemplos en los que un agricultor necesita eliminar la vegetación no deseada para hacer crecer sus cultivos, y normalmente un herbicida no selectivo como el glifosato es el método elegido gracias a que es muy seguro siempre que se utilice siguiendo las instrucciones de la etiqueta, es fácil de usar y tiene un bajo coste. A día de hoy, el glifosato es una sustancia activa en cientos de productos fitosanitarios actualmente registrados y aprobados para su uso en la agricultura, la gestión de la vegetación, el césped y el jardín, entre otros.