El 16 de noviembre, el Comité de Apelación, compuesto por representantes de los Estados miembros de la UE, no llegó a un dictamen sobre la propuesta de la Comisión Europea de renovar la aprobación del glifosato en la UE por otros diez años.

Aunque la mayoría de los Estados miembros votaron a favor de la propuesta de la Comisión, no se pudo alcanzar una mayoría cualificada. Acogemos con satisfacción la declaración de la Comisión Europea en el comunicado de prensa de hoy en el que afirma que prorrogará la aprobación del glifosato durante 10 años. Al respecto de esta decisión, la Comisión afirma que “en consonancia con la legislación de la UE y a falta de la mayoría necesaria en ambos sentidos, la Comisión está ahora obligada a tomar una decisión antes del 15 de diciembre de 2023, cuando expira el actual período de aprobación.  Basándose en las exhaustivas evaluaciones de seguridad llevadas a cabo por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) junto con los Estados miembros de la UE, la Comisión procederá ahora a la renovación de la aprobación del glifosato por un periodo de 10 años, sujeta a determinadas condiciones y nuevas restricciones. Estas restricciones incluyen la prohibición de su uso como desecante antes de la cosecha y la necesidad de adoptar determinadas medidas para proteger a los organismos no objetivo.”

Enlace: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/statement_23_5792

Mantener la caja de herramientas de los agricultores bien equipada con herramientas eficaces y seguras para controlar las malas hierbas es esencial, no sólo para contribuir a un suministro europeo de alimentos más seguro, sino también -cuando se combina con una serie de nuevas soluciones agrícolas- para facilitar la continuación de los sistemas agrícolas de conservación y regenerativos que permiten a los agricultores lograr un control a largo plazo de las malas hierbas invasoras sin arar (no-laboreo). Esto, a su vez, se traduce en que los agricultores puedan reducir la erosión del suelo, mejorar la capacidad de retención de agua y la estructura del suelo, y vigorizar los ecosistemas del suelo.