El 20 de abril de 2021, tuvo lugar un diálogo político virtual organizado por EURACTIV con el respaldo del GRG, que reunió a un grupo de profesionales con experiencia con vistas a debatir un tema de actualidad, como es el proceso en curso de renovación reglamentaria del glifosato y las posibles consecuencias en cuanto a los recursos de los agricultores en caso de que se elimine.

Los ponentes, entre los que se encontraban un distinguido científico, dos agricultores y un representante del GRG, fundamentaron el debate en la ciencia que sustenta el proceso de regulación, la función que desempeña el glifosato en la agricultura de conservación y las experiencias y necesidades de los agricultores.

El Dr. Emilio González, secretario general de la Federación Europea de Agricultura de Conservación (en inglés, ECAF), y profesor de la Escuela de Agricultura y Silvicultura de la Universidad de Córdoba, centró su discurso en la agricultura de conservación y la degradación del suelo.

Desde su perspectiva, el glifosato es una herramienta importante para la agricultura de conservación, ya que sustituye a la fase de laboreo, incidiendo en que el entorno en el que se aplica el glifosato es mucho más seguro que las tierras y suelos degradados. Entre otras cuestiones, en opinión del Dr. Emilio González, el laboreo afecta negativamente a la biodiversidad.

El panel también reunió a dos agricultores de diferentes regiones de la UE para que compartieran sus experiencias y aportaran sus puntos de vista.

Max Schulman, agricultor de cereales de Finlandia, se expresó con total franqueza y afirmó que el glifosato es una herramienta con la que obtiene buenos resultados empleando la dosis mínima necesaria, sustituyendo así a las prácticas de laboreo, lo que le permite pasar menos tiempo en el campo, verter menos herbicidas y ahorrar costes.

Pedro Gallardo, agricultor de cereales de España, una región climática diferente, narró los retos a los que se enfrenta en su explotación, tales como los problemas con las malas hierbas o la escasez de agua. Destacó las ventajas que observa en el uso del glifosato, que en su opinión es una forma segura y eficaz de controlar las malas hierbas, que además le permite utilizar menos agua, a diferencia de otros recursos que también pueden utilizarse para luchar contra la maleza. Todas estas ventajas señaladas por los agricultores se hicieron aún más evidentes cuando ambos dejaron de utilizar el glifosato durante un tiempo. Mediante el uso de otros recursos, no obtuvieron los mismos resultados, y ambos optaron por volver a hacer uso del glifosato.

Ambos agricultores insistieron en que los organismos reguladores también deberían escuchar las experiencias y necesidades de los agricultores. Al igual que los demás ponentes, manifestaron su confianza en el proceso normativo de la UE y en las autoridades que están llevando a cabo la evaluación en curso.

Karina von Detten, representante de Nufarm, miembro del GRG, destacó la importancia de que se garantice que la ciencia guía el proceso de evaluación. Hizo constar que el proceso abarca un conjunto de normas muy exigentes y reiteró el compromiso del Grupo para la Renovación del Glifosato con la transparencia.

Respaldó las afirmaciones de los agricultores, por cuanto respecta a que, de no contar con glifosato, tendrán que hacer uso de más herbicidas y recurrir al laboreo para lograr los mismos resultados.

Aseguró que el sector está trabajando codo con codo con los agricultores en el uso adecuado del glifosato con la mirada puesta en el futuro y en las posibles alternativas al glifosato, si bien comentó que la industria aún no se encuentra en ese punto.

Se puede escuchar la grabación del evento pinchando en este enlace.